Posiblemente usted haya ingresado a esta página buscando apoyo psicológico para abordar un trastorno adictivo a sustancias psicoactivas, comúnmente llamadas drogas.
Puede que estas sustancias sean de consumo propio o que tenga una relación cercana con una persona que esté utilizándolas de forma abusiva; de igual manera, la información contenida le ayudará a considerar la terapia psicológica como una opción acertada para lograr el abandono de las adicciones.
Y es que la problemática que trae el consumo adictivo de drogas, supera el plano individual, pues afecta a familiares y amigos que, sin quererlo, también experimentan afectación en múltiples niveles.
Pero antes de presentar opciones de tratamiento para la drogodependencia, es importante recordar que, con los apoyos correctos, es posible superar la adicción a las drogas. Eso sí, el momento de inicio es un factor importante para reducir los daños causados por el consumo abusivo de sustancias psicoactivas; así que no lo posponga, hoy mismo puede encontrar la manera de abordar esta situación.
En primer lugar, infórmese para conocer los detalles sobre la enfermedad adictiva, qué es, por qué se produce, cómo se manifiesta, cuáles son sus consecuencias, y cómo tratarla efectivamente.
Encontrará a continuación, aspectos importantes a tener en consideración ahora que ha puesto en marcha acciones para atender la problemática de consumo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ambos términos hacen referencia a sustancias que al ser introducidas en el organismo (independientemente de la vía de ingreso), alteran el funcionamiento del sistema nervioso central de la persona, modificando su conciencia, su estado de ánimo, o la manera en que procesa los pensamientos.
Textualmente, la OMS apunta que:
“las sustancias psicoactivas son diversos compuestos naturales o sintéticos, que actúan sobre el sistema nervioso generando alteraciones en las funciones que regulan pensamientos, emociones y el comportamiento”.
Ellas se agrupan según distintas maneras de clasificarlas: por el origen, por su acción en el cuerpo, por la forma en que se manifiesta en el comportamiento, o por su peligrosidad; pero para mayor facilidad, las drogas se clasifican en cuatro grandes grupos:
También llamadas psicodélicas o perturbadoras, por su capacidad de producir alucinaciones y distorsiones de la realidad percibida. Modifican grandemente los procesos asociados al pensamiento, el estado de ánimo, y sobre todo la percepción de la realidad; pudiendo asociarse a una disminución de la capacidad de pensar de forma coherente y racional, y en aumento de conductas atípicas o peligrosas.
Los efectos de estas drogas son imprevisibles, dependiendo del “viaje” que provoquen, pudiendo ser reconocidos como una experiencia positiva o, por el contrario, muy negativa con alucinaciones muy desagradables y atemorizantes.
La lista de drogas en esta categoría incluye hongos y otras plantas, el LSD, Ketamina, Éxtasis, Polvo de Ángel.
En palabras de la OMS, la adicción puede definirse como “una enfermedad física y psicoemocional, que se caracteriza por una dependencia o necesidad compulsiva e irracional de consumir una sustancia, a pesar de las múltiples consecuencias negativas que la repetición del comportamiento provoca”.
En primer lugar, es importante recalcar que la adicción a sustancias es una enfermedad, y como tal es tratable. En Psicología se comprende que encierra un patrón de funcionamiento desadaptativo que lleva al uso indebido y abuso de la droga, afectando todas las áreas de la vida de una persona y que, con el paso del tiempo, el placer inicial generado por la sustancia es sustituido por una compulsión al consumo originada por desequilibrios físicos a nivel cerebral.
Por otro lado, está el hecho de que, en el camino hacia la adicción, existen distintos patrones de consumo que son experimentados en mayor o menor grado y que representan una ruta que recorren las personas con trastornos asociados al consumo de sustancias:
Este camino entre la experimentación y la adicción es acompañado por algunos efectos que son los que ayudan al diagnóstico de abuso de sustancias.
En primer lugar, luego de un consumo repetido, produce tolerancia a la droga, es decir, que el cuerpo se adapta a ella y, por tanto, la persona siente la necesidad de mayores cantidades de sustancia para conseguir el resultado deseado. Es también frecuente que se inicie con el consumo de otras sustancias psicoactivas, en un afán por obtener un mayor efecto.
También se experimenta dependencia, que es el estado psíquico y/o físico en el que existe un deseo intenso e incontrolable de consumo, y la percepción de que la droga es la única fuente de placer o diversión.
Otro elemento es el síndrome de abstinencia que se presenta cuando no hay consumo y se caracteriza por la aparición de síntomas físicos y psicológicos desagradables de variable intensidad.
Además de los mencionados, existe un deseo intenso de consumo llamado craving y que puede provocar que una buena parte del tiempo se dedique a actividades relacionadas con la obtención de la sustancia.
También, es común que la persona con adicción a drogas se percate de las consecuencias negativas que el consumo tiene sobre sus relaciones interpersonales, su estado físico y psicológico, y sobre su desempeño social; sin embargo, no logra interrumpir el consumo.
A pesar de que las sustancias psicoactivas tienen distintos efectos en el organismo, hay algunos signos y síntomas que son característicos de las drogodependencias:
Esta es la siguiente pregunta que debe responderse si se desea iniciar una terapia psicológica que contribuya al abandono del consumo abusivo de drogas.
Es importante tener claridad en que al ser una enfermedad existen factores que predisponen a que una persona tenga dependencia a las drogas o no las tenga (y no como se creía antes, que la persona consumía “por puro gusto”).
En primer lugar, existen factores genéticos que empujan a algunas personas hacia la adicción a sustancias. Por ejemplo, para desarrollar alcoholismo, se ha comprobado que existe cerca del 50% de probabilidades de desarrollar la enfermedad, asociadas a la genética.
A esto se le unen la historia de vida de la persona, su entorno inmediato, la dinámica familiar, la escolaridad, los límites y la manera de crianza, entre otros aspectos incluidos como parte de los factores ambientales.
Por otro lado, existe un elemento atribuible a los factores de personalidad de cada uno. Personas con rasgos de impulsividad, insatisfacción y búsqueda de nuevas sensaciones, tendencia a retar los límites y las figuras de autoridad, podrían convertirse en factores de riesgo para el inicio de consumo y uso abusivo de sustancias psicoactivas.
Finalmente, existen factores sociales como la “normalización” de consumo de algunas sustancias, con fuertes campañas publicitarias asociadas (alcohol y tabaco), la disponibilidad de las drogas en el ambiente comunitario, y los constructos que han tomado fuerza en la población.
Generalmente, la combinación de estos factores es la responsable de la enfermedad adictiva y de la manera crónica en que se manifiesta, pudiendo concluirse que, al igual que la diabetes o la hipertensión, la persona con adicción a drogas, deberá estar en tratamiento para lograr estabilizar el curso clínico y evitar las recaídas que además de interrumpir el proceso terapéutico podrían desencadenar malestares psicológicos que son prevenibles cuando se entiende que la suspensión de la abstinencia o recaída es parte de la enfermedad.
Si usted ha llegado hasta este punto es porque está buscando alternativas efectivas para abordar la enfermedad adictiva a sustancias psicoactivas. Conviene entonces aclarar cómo es la terapia psicológica para adicciones que ofrece en PSICOMED.
El objetivo principal es acompañar a la persona en un proceso de toma de conciencia de su enfermedad, para que la reconozca, la acepte y tome las decisiones adecuadas para modificarla, y mejore de esta manera su calidad de vida, superando las dificultades generadas por el consumo adictivo y desarrollando habilidades funcionales para vivir en plenitud.
En primer lugar, mediante una entrevista clínica, que además puede incluir a familiares y personas cercanas, en la que se indaga acerca de la relación que tiene la persona con la droga problemática. En la entrevista no se emiten juicios de valor, sino que se implementa la escucha activa para poder comprender el estado actual de la enfermedad y su impacto en las distintas áreas de la vida de la persona (física, psicológica y social).
En ocasiones, se identifica la necesidad de contar con valoraciones y atenciones médicas que eleven la efectividad de las intervenciones y el logro de los objetivos. Ejemplo de ello son la medicación necesaria para reducir los efectos negativos de las desintoxicaciones y del síndrome de abstinencia, o la combinación de la adicción con trastornos mentales. Para estos casos, PSICOMED cuenta con servicios de Medicina para el abordaje integral de los pacientes.
Luego, se establecen objetivos terapéuticos y que propicien los cambios personales definidos como prioridad por la persona, orientados a tres aspectos fundamentales:
Durante las sesiones clínicas de tratamiento psicológico, se busca empoderar a la persona para que encuentre motivantes que le permitan avanzar hacia el logro de los objetivos terapéuticos, replantee su relación con la droga problemática, desarrolle habilidades para la evitación del consumo y la prevención de las recaídas, e implemente estrategias para un estilo de vida más saludable.
Este tipo de intervención terapéutica se apoya en el Modelo Transteórico de Prochaska y Di Clemente, que establece 5 diferentes momentos en los cuales se puede ubicar una persona en consumo de sustancias psicoactivas (Etapas de Cambio), según la conciencia que tenga respecto a su consumo y al deseo de cambiarlo. Para cada una de ellas, se ofrecen alternativas de abordaje diferenciadas.
En la atención clínica de Psicología, se trabaja bajo técnicas de terapia cognitivo-conductual con las que se acompaña a la persona en la identificación de situaciones problemáticas asociadas al consumo, en la toma de conciencia de pensamientos imprecisos o negativos sobre las drogas, en el manejo de situaciones estresantes de la vida, en el manejo de emociones y relaciones, y en la construcción de nuevos patrones de vida.
Finalmente, desde la premisa de que la drogodependencia impacta no solo a la persona que consume, sino que también a su círculo inmediato, como parte de la terapia ofrecida en PSICOMED, se ofrece el apoyo terapéutico a los familiares y personas cercanas al paciente.
Ya sea que la persona en consumo esté asistiendo a la terapia individual o no, la capacitación en aspectos relevantes de la enfermedad adictiva, el acompañamiento emocional a familiares y la identificación de estrategias efectivas que les permita contribuir en el proceso terapéutico, son herramientas necesarias para quienes comparten la cotidianidad con las personas con trastornos adictivos por drogas.