ACOMPAÑAMIENTO EN PROCESOS DE DUELO

Quizás recientemente has perdido a un ser querido y eso te ha motivado a buscar acompañamiento y apoyo para poder abordar de buena manera las emociones y sentimientos que ese evento pudiera haber provocado en tu vida.

“Estamos acá para acompañarte en tu proceso de duelo.

No es necesario enfrentar solos la pérdida de un ser querido.”

 

En primer lugar, es importante tener en cuenta que el duelo es un proceso natural y que es parte de la vida. Los seres humanos tendemos a establecer diferentes lazos afectivos a lo largo de nuestras vidas, y construimos nuestra cotidianidad en una estrecha relación con esas personas cercanas.

Por tanto, cuando alguien fallece, podemos experimentar un dolor emocional semejante a herirse gravemente el cuerpo. Cuanto más cercana es la relación, más intensas y variables son las reacciones que se producen tras la pérdida de un ser querido; y para sanar las heridas es importante tener cuidado en el proceso de curación, para evitar secuelas que afecten de manera crónica el diario vivir.

Este proceso de curación es lo que se conoce como duelo, que no es otra cosa que un período de tiempo requerido par adaptarse a una nueva realidad, en la que el vínculo afectivo continúa a pesar de la ausencia física.

También es usual que el duelo se experimente de manera distinta aún en los miembros del mismo círculo familiar, pudiendo generar diferencias que podrían generarte la siguiente duda: ¿Es normal lo que siento?

Para responder a esa pregunta, es útil conocer cuáles son las principales sensaciones y sentimientos durante el duelo:

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Sensaciones corporales: Normalmente son desencadenadas por la ansiedad y la angustia vividas y se pueden expresar de la siguiente manera:

  • Dolor u opresión en el pecho
  • Palpitaciones
  • Sensación de ahogo o falta de aire
  • Tensión muscular
  • Inquietud
 
  • Insomnio
  • Pesadillas
  • Pérdida de apetito
  • Despertares frecuentes
  • Temblores
  • Pérdida de fuerza
Pensamientos frecuentes: Sobre todo en las primeras etapas del duelo, es común que la persona sienta confusión, que no acepte lo sucedido, que se pregunte el porqué. También es frecuente pensar en lo que podríamos haber hecho o dicho, e incluso repetir escenas de lo vivido con esa persona.

Todo esto repercute en la concentración y podría impedir la realización de tareas sencillas, hacer que se pierda el interés por las cosas, tener olvidos y confusiones, o pensamientos recurrentes.
Sensaciones frecuentes: En este aspecto, el abanico de posibilidades es amplio y generalmente la persona cambia de una emoción a otra, pudiendo ser incluso contradictorias. Entre las más comunes podrían citarse tristeza, desamparo, rabia, impotencia, sensación de abandono, enojo, amargura, vacío, soledad, miedo, o culpa.

Es comprensible que la pérdida del ser querido impacte nuestras vidas y nos afecte de distintas maneras; sin embargo, en algunas ocasiones el duelo no logra resolverse de manera correcta y esas manifestaciones emocionales y físicas persisten y se intensifican a través del tiempo, generando conductas desadaptativas e incapacitantes que van a requerir de la intervención de especialistas en Psicología para superar la pérdida y reacomodar la vida sin la presencia del ser querido.

Ya sea que la pérdida del ser querido haya sido reciente o que el dolor se haya vuelto patológico y crónico, es importante encontrar a quien nos brinde acompañamiento terapéutico durante el proceso de duelo; es decir, alguien que camine a nuestro lado por la senda de luces y sombras del proceso de adaptación a la nueva realidad, que no te juzga, que te respeta y te apoya.

En PSICOMED ponemos a tu disposición un espacio para escucharte, para acompañarte, para buscar las rutas que permitan sanar las heridas causadas por tu pérdida.

¿Necesitas que te acompañe?

Póngase en manos de nuestros expertos

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«El acompañamiento terapéutico implica contar con alguien que camine a tu lado durante el proceso de duelo»