La adolescencia ha sido identificada como una de las etapas más críticas, debido a los múltiples cambios que se experimentan, no solo en el aspecto físico, sino también en lo emocional, en la identidad, en lo social, en la dinámica familiar, por mencionar los más recurrentes, y que usualmente desencadenan crisis existenciales que requieren de la intervención de profesionales en psicoterapia que contribuyan al proceso de transición y adaptación de las nuevas circunstancias.
“En la adolescencia suelen aparecer crisis existenciales que pueden requerir de abordaje terapéutico, como un apoyo para el proceso de transición y adaptación a la vida adulta”.
Ahondando en lo comentado anteriormente, la adolescencia suele asociarse con el momento en que se definen la identidad, el estilo de vida propio y la manera en que se resuelve el binomio dependencia-autonomía, se aprende a vivir con una nueva imagen corporal, se inician las relaciones sentimentales y se incorpora una sexualidad más activa.
Todos estos cambios, cuando no son bien manejados por la persona, pueden generar experiencias negativas en la adolescencia y afectar de manera importante la vida adulta. Es en estos casos cuando conviene visitar a profesionales en Psicología Adolescente que acompañen a los jóvenes en el abordaje de los problemas que usualmente enfrentan y que se explican a continuación.
La ansiedad en estas edades se puede manifestar mediante miedos y fobias, obsesiones o tics nerviosos.
Aunque el estado de ánimo bajo puede aparecer en estas edades, cuando este se prolonga en el tiempo y los sentimientos de tristeza y soledad son intensos (ideas relacionadas con la muerte, actitudes negativas, aislamiento), se debe buscar ayuda psicológica.
La adolescencia, al ser una época de tantos cambios, incluidos los físicos, hace que a muchos jóvenes les cueste aceptar su nuevo cuerpo que está en constante cambio.
Son múltiples las causas para un bajo rendimiento escolar en estas edades, entre las que podrían citarse problemas de atención y concentración, falta de motivación y acoso escolar (Bullying).
Muchos jóvenes muestran grandes dificultades para gestionar sus emociones, sobre todo aquellas relacionadas con frustración, enojo o ira; las cuales muchas veces acaban manifestándose de forma violenta, mediante problemas de conducta, agresividad, actitudes desafiantes o rebeldía.
Las relaciones sociales son un punto clave en la adolescencia; sin embargo, es común encontrar jóvenes que presentan problemas al relacionarse, ya sea por timidez, inseguridad o bien por falta de habilidades sociales.
Algunos trastornos como el sobrepeso por ingesta desmedida, o por el contrario, la anorexia o bulimia, acarrean unas consecuencias nutricionales, biológicas, psicológicas y sociales que pueden llegar a ser muy graves en los jóvenes.
Una adicción es una dependencia a una sustancia, actividad o relación que hace que la persona realice ciertos comportamientos que pueden ser perjudiciales y nocivos para sí misma. En los adolescentes cada vez es más frecuente y a edades más tempranas este tipo de dependencias. Actualmente, además de las adicciones a drogas, hay una tendencia hacia la dependencia de las tecnologías, como por ejemplo al uso del teléfono móvil, o bien, hacia ciertos videojuegos.
Consiste en un proceso dirigido a jóvenes, donde el profesional en psicoterapia les acompaña y guía para que logren expresar aquello que están viviendo, pensando y sintiendo. Esta ruta de autoconocimiento les permite comprenderse, aceptarse y tomar decisiones para resolver los conflictos consigo mismos u otras personas.
A pesar de que las sesiones terapéuticas están enfocadas en el adolescente, en la mayoría de las ocasiones se incluye a los padres y familiares, e incluso a docentes, con el fin de orientarlos en cómo apoyar para que los cambios se den más rápido y apunten al mayor bienestar del adolescente.
Para un chico o una chica, la adolescencia es una etapa nada fácil de vivir: se presentan los cambios comentados, además de la enorme presión social ejercida por otros adolescentes, y la incertidumbre de los padres respecto a la manera en que deben abordar a sus hijos adolescentes.
No es inusual que el adolescente rechace de manera expresa a sus padres, utilizando palabras hirientes, desafiando sus límites o simplemente tomando la mayor distancia posible con las figuras de autoridad familiar. Esto hace que muchos padres busquen ayuda psicológica porque necesitan entender a sus hijos adolescentes.
Por esto es importante tener claridad de que los jóvenes continúan anhelando una relación estrecha con sus padres y de que su opinión y trato son claves en el desarrollo de la identidad del hijo/a pues son un claro referente para él/ella, aunque por su etapa evolutiva muchos hijos no quieran reconocerlo al necesitar diferenciarse de sus padres.
Es por esto por lo que en ocasiones será necesario que el psicoterapeuta cumpla la función de mediador para la resolución de conflictos o para el establecimiento de estrategias de negociación, invitando a los padres a integrarse en las sesiones con los chicos.
Pero también es importante que los padres cuenten con profesionales que los escuchen y apoyen emocionalmente, que les orienten cuando existan dudas respecto al proceso de transición, que les guíen en la implementación de límites, entre otras necesidades que pueden surgir de la tarea de formar hijos adolescentes.